Lo mejor del dia

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jueves, 18 de abril de 2013

ANOREXIA AL MALLO COLORAO - RIGLOS



VIA ANOREXIA. (MALLO COLORAO) – Los Mallos de Riglos-
Había oído que era el paraíso. Que el cielo parecía mucho más lejos ante la majestuosidad del entorno. Que las cimas parecían inalcanzables y que el magnetismo era inigualable.
Había oído que la roca te llamaba suave y tentadoramente con cada racha de viento que  te llegaba y que el corazón se apretaba en sí mismo a medida que te acercabas a ellos porque eran los MALLOS, Los MALLOS de RIGLOS.
Y ahí estaban.
Y era verdad.

- ¿No has venido nunca a Riglos? – dijo sorprendido uno de mis maestros de escalda (el moreno).
- No, no me has querido traer hasta ahora!!! – contesté en tono acusador e inocente con una sonrisa.
- ¿Y qué haremos? - dejó escapar mi otro maestro de escalada (el rubio) desde los asientos traseros de la furgoneta.
- Ve decidiendo maestro, que ya casi estamos. – contestó el piloto.
Como Zipi y Zape, hermanos de cordada, se pasaban la pelota de uno al otro. Yo volví a sumirme en mis pensamientos ante la cada vez más cercana imagen de las peñas. Mis “maestros escaladores” iban a meterse caña ese día, querían guerra y posteriormente se vió, la consiguieron (Ver piada: Riglos dos por uno). Yo me iba a unir a Karles e Isa que de escapada escaladora habían cruzado unos cuantos kilómetros para hacer de ese día un encuentro y compartir uno de sus días festivos en la roca de Huesca con nosotros. Nuestros amigos iban a ir más suaves porque llevaban ya en sus pies de gato un día por detrás de buena roca y tras esa jornada aún tendrían la suerte de tener uno más por delante.
La llegada al parking fue seguida del encuentro y un rápido desayuno en el bar que dio pie a saludos, puestas al día y la decisión de qué se iba a trepar esa mañana. Vuelta a por la equipación correspondiente y puesta en marcha. Tras desear suerte a mis maestros, nuestras rutas se separaron y tras 20 minutos más o menos de aproximación para la llegada a pie de vía por un camino bastante bien marcado (aunque sin la experiencia de Karles puede que hubiese sido más largo), toqué por fin esa roca venerada y dije “hola” a la vía que iba a ser conquistada:
La Anorexia (Mallo Colorao)
















L 1 (V) : Karles fue el jefe de la expedición e inició el primer largo rápidamente. Mientras yo esperaba con ganas a que el grito de “reunión” diese el pistoletazo de salida para Isabel y para mí. Cuando llegó el momento me lancé a la piedra, miré hacia lo alto y me dije “pa’ arriba”. Largo cómodo de V con buenas presas y buenos pies, sin dificultad alguna, aunque en un par de panzas que no desploman puedes moverte un poco a los lados (sin salirte de la vía) si como en mi caso, la largura de pierna no acompaña. Haciendo un paso intermedio se superan sin ninguna dificultad las dos y en nada se llega a la R1.

L2 (V): Con un poco de altura todo parece más espectacular. Cuando Karles fija la siguiente reunión ponemos los gatos de nuevo en la vertical. En la misma dinámica que el anterior, encontramos otra panza esta vez un poco más pronunciada donde hay que subir pies, buscar buenos agarres a la derecha y tirar sin pensarlo para no quemarte en la indecisión, el trayecto hasta la siguiente reunión se hace muy divertida. Se asemeja a una escalera muy disfrutona donde caben pies y manos por doquier.
L3 (III): Largo cortito y de transición que te aproxima a la siguiente reunión y que te pone en una mejor posición para observar toda la magia que hay alrededor. Isa se lo pule en dos minutos y en nada llegamos nosotros para seguir maravillados con el paisaje.
L4 (V): Vuelta a la dinámica de los dos primeros largos aunque con algo menos de dificultad, la roca algo más suelta sin que esto sea motivo de preocupación. Se hace rápido y muy cómodo y en nada nos situamos en la cima para las fotos de rigor.
La bajada la hicimos rapelando por la parte trasera, rapel de unos 40 metros y tras coger el sendero acabamos de rodear el mallo para pillar el camino de bajada. 
Nos desviamos un poco para echar un ojo a nuestra pareja de compañeros. Están más abajo de lo esperado así que nos dirigimos al bar-restaurante para recuperar fuerzas.
Tras comer de manera sobresaliente nos quedó largo rato para comentar esa jugada y muchas otras, tanto pasadas como venideras. Nuestros compañeros se hicieron de rogar y cuando finalmente regresaron ya con la caída del sol, (por algo se hacen llamar la cordada más lenta de Riglos), les tocó a ellos disfrutar de la cerveza que pone a todo día de escalada un final feliz. Isa y Karles cogieron carretera hacia su siguiente objetivo de su escapada escaladora. Nosotros apuramos en el bar.
-          ¿Tú qué tal? -  me preguntó Chabi tras exponer junto a Óscar las aventuras y desventuras que tuvieron que pasar ese día en la roca todavía con la cerveza en la mano.
-          ¿Yo?, con ganas de más mallos. No me ha servido ni para empezar. - Y era verdad. Como a casi todo escalador que se precie, Riglos me conquistó- La vía me ha gustado pero me he quedado con ganas de apretar más y jurar un par de veces por la vertical pero como toma de contacto, esta bien… ¿Cuándo volvemos?
Ambos dibujaron un par de sonrisas pícaras observándome. Sabían que había caído en el embrujo mallero, supongo que como en su día lo hicieran ellos. Estaban haciendo muy bien su trabajo de maestros para llevarme al lado oscuro de la roca.
-          Pronto -  contestó Chabi
-          Cuanto antes – puntualizó Óscar.
Sabían que me habían hecho feliz.
Genial – acabé yo.

8 comentarios:

  1. Genialllll a Zape le ha gustado mucho el relato......bienvenida al club

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  2. la verdad es si que supo a poco. la verdad es que menda no se creia lo de la "cordada mas lenta de riglos" i me suponia a zipi-zape tomando birras desde hacia horas en el bar: CRASO ERROR. no volvera a pasar: a la próxima vendran a buscarnos preocupados i nosotros hartandonos de trepar. PALABRA

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  3. A ver......Karles.....es que Zipi anduvo empeñado en nadar en barro vertical un par de horas y eso nos retraso un poco. En caso contrario habríamos ganado cuando menos ummmmmm.......media hora......

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  4. Cuando menos!!!... Ahí es nada...

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  5. Cuando nos visteis, ya llevabamos la segunda via. Nos habiamos bajado a tomar unas cañas y luego empezamos la Currucuclillo. A mi aun me dio tiempo de ir a Ayerbe a comprar unas tortas y a Oscar a hacer una visita detras de un matorral. Que lo sepas.

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  6. a partir de ahora, en vez de maestro os llamaré loboferossssh

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  7. Que no pasa nada!!! Que os queremos igual!!!!

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  8. Ahi queda eso......si es que somos así de chulos......

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